Ayuda de la pareja, familiares y amigos. Si el bebé se pasa las 24h del día con mamá, será más difícil hacer un destete respetuoso, ya que va a querer pecho constantemente. La ayuda de la pareja, abuela, tíos o amigos de la familia será de vital importancia para que el niño haga más cosas que estar con mamá. Una de las pautas principales para comenzar el destete, es dejar de ofrecer el pecho a nuestros bebés, pero sin negarles cuando son ellos quienes lo piden. Aunque puede parecer contraproducente, es un paso de gran importancia para las madres, pues en muchos casos somos nosotras quienes ofrecemos el pecho como una manera rápida y sencilla de brindar calma y confort a nuestros hijos. Los expertos recomiendan que el destete nocturno no sea hasta los 18 meses o, cuando menos, hasta los 12. Hay que tener en cuenta que a esa edad la leche materna sigue siendo el principal alimento, por lo que las tomas nocturnas son fundamentales.

Es posible que durante el destete sintamos tanto culpa como alivio a partes iguales. La asesora nos explica que ambos sentimientos son normales, y que no debemos ser duras con nosotras mismas. Es comprensible que queramos cerrar una etapa y eso no debe hacernos sentir mal. 3. Hablar con nuestro hijo y explicarle qué va a ocurrirSe mantiene sentado sin ayuda: si tu bebé es capaz de mantenerse sentado solo y sin apoyarse es una señal de que está listo para variar su alimentación. Una mudanza, la llegada de un hermano, el inicio de la guardería… Cualquier cambio importante en la vida familiar no se considera recomendable para iniciar un proceso tan delicado como este. 5. Dosis extra de mimos Por otro lado, el destete nocturno no debería intentarse antes de que el niño haya cumplido entre los 12-18 meses de edad. Debido a motivos de desarrollo y nutrición, la leche materna constituye el alimento principal para él bebé, por lo que la recomendación es no dejar de darle el pecho antes de cumplir esta edad. A partir del año, la leche materna o artificial ya no será el alimento base y se irán sustituyendo las tomas de pecho por todo tipo de alimentación. A continuación, te ofrecemos algunos de los métodos más recomendables para, por ejemplo, destetar a un bebé de 15 meses:

El destete nocturno implica tener claro cuáles son las necesidades nutritivas y emocionales del bebé antes de comenzar el proceso. Puedes probar una idea, todas o una combinación de varias. Se trata de encontar la manera en que te sientas cómoda. En lo que se refiere al destete nocturno respetuoso y la transición a dormir solos nada es blanco o negro. Idea nº 4: Valora la idea de colechar sin dar la teta. Cuando nuestro primer hijo empezó a dormir sin teta, todavía se despertaba en medio de la noche, caminaba por el pasillo y se metía en nuestra cama. A mí me parecía bien porque (1) podía volverlo a dormir bastante bien sin darle el pecho y (2) no tenía que levantarme. Si ves que no te funciona algo así, pon una cama al lado de la tuya. También conozco gente que se ha comprado una cama de tamaño extra grande. Nosotros empezamos dejándolo en un colchón en el suelo a nuestro lado y, en un par de años, de repente empezó a dormir toda la noche en su propia cama. Recuerda, los que vivimos en países occidentales somos muy raros ¡La mayoría de las familias del mundo duermen juntos en la misma habitación! Me atrevo a decir que no es por razones de espacio, sino por la felicidad de los niños y bebés.

Cuando nuestro hijo tenga algún despertar durante la noche y busque mamar, ofrezcamosle alternativas como agua, leche o cualquier otro alimento. 7. Des-colechar, si el niño acepta La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda dar el pecho en exclusivo hasta los seis meses de edad, y hasta los 2 años como alimentación complementaria. Después de esta fecha o, incluso antes y por distintas circunstancias, muchas mujeres inician el destete, es decir, la interrupción de la lactancia materna. Se recomienda que este proceso sea progresivo y gradual para evitar complicaciones. No ofrecer, no negar. Es un método más largo y duradero que otros, pero se trata de una forma muy respetuosa de dejar el pecho. No ofrecer el pecho, pero si lo pide, dárselo.